Margarita ingresa en el colegio-internado de Bérriz en 1901. Sus padres querían alejarla de un novio marinero que no era aceptado por ellos.
Después de pasar un año y medio en el internado de Bérriz, regresa a su casa, y el novio vuelve a visitarle. Pero ... ya todo era distinto.
En Bérriz, Margarita descubrió que Dios la llamaba para vivir desde Él con radicalidad, para entregar toda su vida a Jesús y a los demás. En su casa, creyendo que era otra de sus locuras juveniles, le dicen que espere, que se lo piense... Pero ella, firme y decidida, al año siguiente (1903) entra en el convento de Bérriz.
Su vida entonces se centró en el gran ideal de vivir con radicalidad el Evangelio: seguir a Jesús y entregarse, desde la oración y la vida de comunidad, a todos los seres humanos. El encuentro con Jesús era su mayor alegría. Encontrarse con un amigo, escucharle y descubrir qué quería de ella cada día.
Mujer de carácter alegre, abierto, de una gran sinceridad, siempre atenta a las necesidades de l@s otr@s, organiza con las niñas del colegio una activa correspondencia con los leprosos del sanatorio de Fontilles.
Hacia el año 1920 empezó en España un gran movimiento misionero. Desde China y las Islas del Pacífico llegaron a Bérriz misioneros que traían los aires de tierras y pueblos también amados por Dios. Y Margarita vibraba con todo esto. Sentía que Dios las llamaba a hacer algo también desde su convento de clausura. Organizó con las colegialas, tómbolas, rifas, cartas a misiones... y en sus oraciones, las necesidades de estos pueblos que sufren estaban siempre presentes.
Todo este movimiento del colegio contagia a las monjas, empieza a interrogarles, y Margarita descubre con el apoyo de todas ellas que una nueva llamada:
"Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación" (Mc.15)
Os ofrecemos algunas pautas para orar hoy desde la experiencia vital de la M. Margarita
Merece la pena...
... vivir en constante búsqueda de la voluntad de Dios
... hacer un camino desde la propia interioridad
... ser valiente, salir, arriesgar, romper moldes
... acoger la vida en lo pequeño y en lo grande
... apasionarse y comprometerse con un proyecto que nos coja la vida entera.
"Hay momentos en la vida
de trascendencia importantísima,
y es cuando Dios nos enseña
un camino a seguir
y luego deja a nuestra voluntad
la correspondencia"
M. Margarita Lz. Maturana
Para más información sobre Margarita Mª López de Maturana:
CAUSA DE LA MADRE MARGARITA.
Convento de la Vera-Cruz.
48.240 Bérriz (Vizcaya)
Telf.:946824959 o 946225530
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