Nosotras, Mercedarias Misioneras de Bérriz, somos ciudadanas de este mundo, una comunidad de mujeres de los cinco continentes.
Creemos en la experiencia personal y colectiva del Dios de la Vida, que nos llama a ser hoy SIGNO COMUNITARIO de la MERCED y MISERICORDIA de Dios para la humanidad.
Creemos que el Espíritu de Dios ha sido derramado sobre toda realidad, que ésta es llamada a ser salvada, liberada y que nosotras podemos colaborar en este proceso.
Creemos en nuestra MISIÓN LIBERADORA de compartir esta vivencia gozosa y alentadora de Dios con todas las mujeres y hombres, en relación de igualdad, sencillez y ternura, para que en todo seamos anuncio viviente del Dios de Jesús.
Percibimos que Dios, su Espíritu nos dinamiza, sostiene nuestra fe, nuestra esperanza, nuestros compromisos. Y hoy, una vez más, como lo hizo con la M.Margarita nos hace SOÑAR Y DESEAR.